Macrobiótica es autocontrol y autocontrol es salud.
Si se tiene esta gran fuerza, no hay fracaso. El éxito sólo llega cuando se poseen poderosos impulsos y una voluntad inquebrantable de triunfar. Éxito es salud brillante.
No podemos tener éxito completo en ningún campo, si estamos débiles y enfermos. Primero debemos desintoxicarnos por el ayuno, pero no podemos ayunar muchos días porque moriríamos. Pero podemos practicar macrobiótica durante años, sin intoxicar nuestro organismo; ya que macrobiótica es autocontrol y autocontrol es salud.
La salud es la única fuerza para salir de la crisis. Si un gobierno está en crisis y no sale de la crisis, significa que ese gobierno está enfermo, intoxicado. Entonces los gobernantes deberían ayunar para aclarar sus mentes intoxicadas. Cuando los gobernantes abusan, el país se arruina. Si un dirigente no se gobierna a sí mismo, ¿cómo podría gobernar a millones?
Quien fracasa en lo pequeño, no podrá triunfar en los grandes propósitos; ¿cómo podrá conducir a una nación entera hacia la victoria y la prosperidad?
Esto se debe a una falla en el sistema educativo. Educar no es acceder a tecnologías o a fuentes de información inagotables en forma indiscriminada. La verdadera educación comienza por aprender a controlar los impulsos vitales: el auto dominio. Sin esta base sólida, todo lo demás producirá una gran construcción teórica destinada a derrumbarse, cuando deba enfrentar una gran prueba.
Si se tiene esta gran fuerza, no hay fracaso. El éxito sólo llega cuando se poseen poderosos impulsos y una voluntad inquebrantable de triunfar. Éxito es salud brillante.
No podemos tener éxito completo en ningún campo, si estamos débiles y enfermos. Primero debemos desintoxicarnos por el ayuno, pero no podemos ayunar muchos días porque moriríamos. Pero podemos practicar macrobiótica durante años, sin intoxicar nuestro organismo; ya que macrobiótica es autocontrol y autocontrol es salud.
La salud es la única fuerza para salir de la crisis. Si un gobierno está en crisis y no sale de la crisis, significa que ese gobierno está enfermo, intoxicado. Entonces los gobernantes deberían ayunar para aclarar sus mentes intoxicadas. Cuando los gobernantes abusan, el país se arruina. Si un dirigente no se gobierna a sí mismo, ¿cómo podría gobernar a millones?
Quien fracasa en lo pequeño, no podrá triunfar en los grandes propósitos; ¿cómo podrá conducir a una nación entera hacia la victoria y la prosperidad?
Esto se debe a una falla en el sistema educativo. Educar no es acceder a tecnologías o a fuentes de información inagotables en forma indiscriminada. La verdadera educación comienza por aprender a controlar los impulsos vitales: el auto dominio. Sin esta base sólida, todo lo demás producirá una gran construcción teórica destinada a derrumbarse, cuando deba enfrentar una gran prueba.