"Todos los fenómenos físicos están condicionados por la antagónica relación entre tiempo y espacio, masa y energía y muchos otros factores relativos. Este es el eterno y universal principio de Yin y Yang", refiere Kushi. A modo de resumen podríamos decir que el Yin es un factor de contracción y el Yang de expansión: y que la filosofía se basa en el principio de equilibrio con el que funcionan en todo organismo ambas energías en el universo, y en cada uno de los elementos que lo componen.
Pero vale aclarar que la dualidad Yin-Yang sólo tiene vigencia en un juego con su parte recíproca; mediante el cual no se excluyen sino que se complementan, siendo la identificación final el resultado de una tendencia. Por ejemplo, según esta filosofía, las mujeres tienden hacia el Yin y los hombres hacia el Yang, pero cada ser contiene ambos factores.
La armonía entre esos opuestos de cada individuo se traduciría en un estado de salud plena, en tanto que su desequilibrio llevaría indefectiblemente a un estado de enfermedad que los japoneses denominan "sanpaku".
Sin embargo, la cuestión no es tan simple. Y es que para esta disciplina, "estar sano" es algo que va mucho más allá de los resultados que proporciona un chequeo médico: consiste en un delicado sistema que, relacionando cuerpo, mente y espíritu, contempla lo que se conoce como "Triángulo de la Vida".
Por otra parte, como el mismo Kushi advierte: "la proporción de Yin y de Yang en el estado armónico de todas las cosas cambia constantemente, así que, eventualmen-te, cada cosa se vuelve su opuesto. El cálido verano se torna en invierno frío, la juventud en vejez, la acción en descanso". Algo fundamental para respetar el equilibrio.
Pero vale aclarar que la dualidad Yin-Yang sólo tiene vigencia en un juego con su parte recíproca; mediante el cual no se excluyen sino que se complementan, siendo la identificación final el resultado de una tendencia. Por ejemplo, según esta filosofía, las mujeres tienden hacia el Yin y los hombres hacia el Yang, pero cada ser contiene ambos factores.
La armonía entre esos opuestos de cada individuo se traduciría en un estado de salud plena, en tanto que su desequilibrio llevaría indefectiblemente a un estado de enfermedad que los japoneses denominan "sanpaku".
Sin embargo, la cuestión no es tan simple. Y es que para esta disciplina, "estar sano" es algo que va mucho más allá de los resultados que proporciona un chequeo médico: consiste en un delicado sistema que, relacionando cuerpo, mente y espíritu, contempla lo que se conoce como "Triángulo de la Vida".
Por otra parte, como el mismo Kushi advierte: "la proporción de Yin y de Yang en el estado armónico de todas las cosas cambia constantemente, así que, eventualmen-te, cada cosa se vuelve su opuesto. El cálido verano se torna en invierno frío, la juventud en vejez, la acción en descanso". Algo fundamental para respetar el equilibrio.