Ciencia de la nutrición

La ciencia de la nutrición ha enseñado que son muchos los alimentos cuyo consumo beneficia nuestra salud. Y esto es así porque contienen nutrientes indispensables para el cuerpo humano. Entre ellos, quizás los más importantes sean las vitaminas.

De poco nos vale conocer las propiedades de los alimentos de nuestra dieta, eligirlos por su riqueza nutricional, si la destruimos al cocinarlos con un método equivocado. Nos referimos, concretamente, a las largas cocciones que hacen que un alimento saludable se convierta en uno inocuo.

Con excepción de las del grupo B, las demás vitaminas sufren con las altas temperaturas. Pero tampoco hay que olvidar que todos los productos vegetales y anima les padecen al entrar en contacto con el aire. Es lo que se conoce como oxidación, patente en las manzanas y en las paltas recién peladas cuando se oscurecen. Ocurre que el oxígeno del aire se combina con las moléculas orgánicas (en especial las vitaminas), lo que las lleva a perder sus propiedades y a descomponerse en forma rá pida y progresiva.

De todo lo expuesto se desprende la importancia que tiene la correcta preparación y la manipulación de los alimentos.

Dieta equilibrada

Una dieta equilibrada debe incluir estos alimentos en las siguientes proporciones:

• Cereales integrales (hasta un 40 %): arroz, mijo, cebada, trigo, avena, maíz, centeno.

• Verduras crudas (hasta un 30 %): lechuga, repollo, aku-say, brócoli, apio, zanahoria.

• Legumbres, semillas y frutas secas (hasta un 10 %): arvejas, chauchas, tofu, maníes, lentejas, semillas de girasol, almendras.

• Frutas frescas (hasta un 10 %): se consumen las de temporada como aperitivo o como postre.

• Productos de origen animal (hasta un 10 %): lácteos, carnes, pescado, aves y huevos.

• Algas marinas: son una valiosa fuente de minerales, en especial para los vegetarianos que no consumen productos lácteos.

Si bien cada cuerpo es único, se pueden enumerar algunos consejos básicos para encontrar un modo de alimentarse equilibrado y armonioso:

• Para lavar los alimentos correctamente utilizar agua salada.

• El estado de la mente es muy importante en el momento de comer. Estar alterado no permite relajarse y masticar bien los alimentos, lo que no permite su correcta asimilación.

En una dieta equilibrada hay que dejar de comer antes de llegar al punto de sentirse lleno. Tampoco es conveniente cenar poco tiempo antes de acostarse; lo ideal es dejar pasar un mínimo de tres horas. Seguir este hábito permitirá dormir mejor y mejorar la digestión.

Nutrición saludable

En China existe desde hace más de seis mil años un conocimiento profundo de la nutrición, basado en los principios de equilibrio y armonía de los alimentos que se ingieren.

Los primeros en elaborar este conocimiento fueron hombres y mujeres de gran espiritualidad que descubrieron las propiedades de los distintos alimentos y, también, la manera de utilizarlos para lograr una nutrición más completa y saludable.

Un sabio llamado Fu Shui fue quien descubrió las ocho categorías de la energía universal (el Ba Gua u Ocho trigramas), que es una división más amplia de las conocidas categorías principales de energía natural: el yin y yang.

Estos conceptos de armonía y equilibrio fueron los cimientos donde se apoyó el desarrollo cultural de China, y se aplicaban en la vida privada y pública, y en la práctica espiritual. Mucho tiempo después, estos principios fueron conocidos como taoísmo, ya que el Tao es la vía o el camino hacia la armonía universal a través de la integración.