El Invierno nos ha obligado a estar alejados del vital contacto con la Naturaleza. Nos hemos encerrado, calefaccionado (si esto fue con aire acondicionado, peor aun, pues genera iones positivos que nos alteran energéticamente), no nos hemos descalzado pisando la tierra para cargar energía, no hemos hecho mucho ejercicio, caminatas, etc. Hemos pasado demasiado pasivos. Comiendo alimentos grasos, pesados o demasiadas harinas cocinadas.
Por ser una estación que nos moviliza mucho es que pueden aparecer enfermedades como alergias, hepatitis, resfríos, caída del cabello, etc.
El órgano que más se resiente por un invierno que lo ha perjudicado, es el hígado y se manifiesta en nosotros en forma de ira, cansancio y malos humores.
La Primavera es la estación que si nos encuentra intoxicados, vamos a tener conflictos con nuestro entorno. Encontraremos que aquellos grupos humanos que funcionaron bien en el Invierno, se desarman en Primavera, por los malos entendidos.
Si nuestro hígado está sano, disfrutaremos esta estación tan vital y tan plena.
Los caminos para la desintoxicación pueden ser varios:
Ingesta Macrobiótica:
Poniendo más vegetales de hojas verdes, sopas de cebada pelada -que es alcalinizante- o de mijo, que también lo es. Por supuesto que el arroz integral es el gran desintoxicador del organismo, en una proporción del 50% de la ingesta, pudiendo combinarlo con gomasio, mayonesa de zanahorias o de zapallo y con todos los vegetales de la estación.
Mamá Naturaleza sabe lo que nuestro cuerpo necesita y nos lo da, justamente. Ya en agosto empieza a verse el alcaucil, para ayudar al hígado. Podemos consumirlo -no en grandes cantidades- cocido o sus hojas tiernas crudas en una ensalada.
En esta estación no debemos abusar de las proteínas Yang y siempre en la proporción adecuada (0.5 grs. por kilo de peso).
Las algas, si bien es importante usarlas a diario, más importante aun en la Primavera. Una cucharada cruda o dos cocidas, harán que nuestro cuerpo, no sólo reciba vitaminas, minerales y oligoelementos, sino que ellas ayudarán a limpiar el organismo.
Cuidaremos de comer menos harinas horneadas que perjudican el hígado.
Frutas cocidas serían un buen postre.
Debemos poner en esta estación menos Miso, Gomasio o salsa de Soja. Agregar a nuestras ensaladas Ciruela Umeboshi picada, también para favorecer al hígado.
A efectos de mejorar el estado de nuestro hígado debemos consumir alimentos con sabor ácido y éste se da en los frutos de la estación como: frutillas, nísperos, bergamotas, etc. Por supuesto que la ingesta no deber ser grande y debe estar separada de las comidas por un lapso de 1 o 2 horas. Mejor aún, en la mañana. Recuerden el dicho popular: "La fruta de mañana es oró, de tarde es plata y de noche es lata". La noche es Yin y la fruta es muy Yin, quitaría el sueño. Este exceso de vitalidad es mejor tenerlo en la mañana. La noche es pasividad, nos lo enseña la Naturaleza toda, replegándose.
En cuanto al juego del Yin y del Yang, quien no consume carne (extremo Yang), no necesita tanta fruta (extremo Yin) Si nuestro trabajo es muy quieto, pasivo (Yin), con 1 fruta al día estaría bien. Por el contrario, si nuestro trabajo es muy activo (Yang), podríamos comer más.
Desintoxicación a través del Ayuno:
El ayuno aligera el cuerpo, serena la mente, domina y encausa las emociones, y eleva el espíritu. Durante el ayuno evitar la mezcla de distintos líquidos, ingiriendo sólo aggua o agua mineral sin gas, siendo el ideal, el Té Bancha frío o caliente.
De no poder mantener un régimen de ayuno de varios días, podríamos adoptar como norma, hacer ayuno de 24 horas, en un día de la semana que nos resulte cómodo y tranquilo. Notaremos como nos rejuvenece, nos desintoxica, nos serena. Y para ayudarse, recuerden, "la motivación debe ser más fuerte que el deseo".
Para las personas muy intoxicadas, con mucho apetito y muy ocupadas, serviría el "Régimen de los 10 días". Este régimen consiste en comer en todas las ingestas solamente arroz integral espolvoreado con gomasio (poco) y té Bancha, durante 10 días. Alos 3 días se pueden incorporar otros cereales acompañando al arroz, como puede ser la cebada o el mijo. En caso de interrumpirlo, aunque la excelencia está en los 10 días, no hacerlo de una forma violenta. Si llegamos al término de los 10 días, incorporar sopa de verdura y algas marinas, al día siguiente vegetales y recién al tercer día, proteínas vegetales, no perdiendo su protagonismo el infaltable arroz integral.
Es bueno saber que cualquiera de los regímenes que elijamos, pueden hacernos sentir cansados, mareados o extraños, según el nivel de intoxicación que tengamos. Estas sensaciones serán a nivel físico, ya que a nivel espiritual tendremos una hermosa sensación de paz.
Estas sensaciones, que son normales por estar desintoxicando nuestro cuerpo, se conocen como: "Crisis de Curación".