Ajo: cocer dos o tres dientes de ajo en poca agua; aplicarlos calientes sobre el callo y envolverlos con un vendaje.
Renovar la operación tres o cuatro veces al día.
Pulpa de limón (para callos recientes): poner sobre el callo un poco de pulpa de limón. Quitarlo al ponerse blanca la piel y hacer un pediluvio caliente de veinte minutos.
Renovar la operación tres o cuatro veces al día.
Pulpa de limón (para callos recientes): poner sobre el callo un poco de pulpa de limón. Quitarlo al ponerse blanca la piel y hacer un pediluvio caliente de veinte minutos.
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