Cuando un órgano está funcionando mal, los puntos a lo largo de su meridiano del pie se endurecen y duelen antes que el órgano empiece a doler. Esta red es una forma de autocontrol de nuestro cuerpo que regula su funcionamiento. Cuando hay un exceso de energía en el meridiano es necesario calmarlo dispersando la energía hacia el meridiano próximo. Al calmarse la energía que hasta ahora ha estado bloqueada, empieza a circular nuevamente por todo el cuerpo y permite que el órgano se purifique por sí mismo mediante la actividad.
La mejor manera de calmar la energía Ki acumulada es por medio de una presión sostenida, suave y profunda. Practicando la reflexología podal aunque sea unos cinco minutos diarios, recibiremos una respuesta saludable de nuestro organismo, las manos pronto continuarán el masaje dirigidas por el instinto. Esta buena rutina diaria contribuirá a un mayor conocimiento de nuestro cuerpo y a poder descubrir anomalías por nosotros mismos, antes de consultar al médico.
La mejor manera de calmar la energía Ki acumulada es por medio de una presión sostenida, suave y profunda. Practicando la reflexología podal aunque sea unos cinco minutos diarios, recibiremos una respuesta saludable de nuestro organismo, las manos pronto continuarán el masaje dirigidas por el instinto. Esta buena rutina diaria contribuirá a un mayor conocimiento de nuestro cuerpo y a poder descubrir anomalías por nosotros mismos, antes de consultar al médico.
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