Cuando nuestra meta es sentirnos bien, los ejercicios respiratorios ocupan un lugar importante. El primer paso en todos los ejercicios respiratorios es la respiración limpiadora, que prepara los pulmones para el intercambio de oxígeno que vendrá a continuación, de modo que el aire limpio pueda ser transportado a todos los órganos del cuerpo a través de la sangre y los millones de células puedan recibir los nutrientes esenciales.
Para dejar sitio al aire limpio en los pulmones hay que exhalar una gran cantidad de aire estancado. Como muchas personas no han aprendido a respirar bien, siempre les queda una pequeña cantidad de aire estancada en los pulmones, lo que las hace perder actividad y elasticidad. La respiración limpiadora, una exhalación profunda, lo elimina. Para lograrlo, inspire por la nariz y exhale por la boca, pero no demasiado rápido ni demasiado fuerte, pues puede provocar una hiper-ventilación.
Para realizar el ejercicio exhale con tanta fuerza como pueda, dejando que el cuerpo se incline un poco hacia adelante. Contraiga los músculos abdominales al tiempo que con las manos aplica una pequeña presión en las costillas para forzar la salida del aire de los pulmones. Al aspirar párese derecha, pero aspire sólo la cantidad de aire que puede tomar en forma natural. Repita este ejercicio dos o tres veces, si se excede perjudicará su circulación y se mareará debido a que ha tomado de masiado aire.
Para dejar sitio al aire limpio en los pulmones hay que exhalar una gran cantidad de aire estancado. Como muchas personas no han aprendido a respirar bien, siempre les queda una pequeña cantidad de aire estancada en los pulmones, lo que las hace perder actividad y elasticidad. La respiración limpiadora, una exhalación profunda, lo elimina. Para lograrlo, inspire por la nariz y exhale por la boca, pero no demasiado rápido ni demasiado fuerte, pues puede provocar una hiper-ventilación.
Para realizar el ejercicio exhale con tanta fuerza como pueda, dejando que el cuerpo se incline un poco hacia adelante. Contraiga los músculos abdominales al tiempo que con las manos aplica una pequeña presión en las costillas para forzar la salida del aire de los pulmones. Al aspirar párese derecha, pero aspire sólo la cantidad de aire que puede tomar en forma natural. Repita este ejercicio dos o tres veces, si se excede perjudicará su circulación y se mareará debido a que ha tomado de masiado aire.
No hay comentarios:
Publicar un comentario