La alimentación macrobiótica es mucho más que una dieta oriental. Se trata de una filosofía de vida aplicada a la comida. Descúbrala.
Si usted cree que la Macrobiótica (del griego: macros - grande // bios - vida) consiste sólo en un modo especial de elegir y preparar determinados y exóticos alimentos, está simplificando casi groseramente un estilo de vida cuya concepción se pierde en el origen de los tiempos. Según lo dicho por el maestro oriental Michio Kushi: "la alimentación de la vida grande es el modo de vida de acuerdo al punto de vista más amplio, el infinito orden del universo. La práctica de la Macrobiótica es la comprensión y la adaptación efectiva de ese orden a nuestro estilo de vida, incluyendo la selección, preparación y forma de comer nuestro alimento diario. Gracias a eso, puede el hombre llegar a conocer su vida eterna".
Kushi explica que la ingesta de la variedad de alimentos lleva al hombre a obtener una determinada calidad de sangre, transformación que cambia automáticamente la calidad de sus células y de todo su cuerpo, incluidos el cerebro y el sistema nervioso, y por ende modifica las funciones físicas y psicológicas, influyendo sobre las conductas y expresiones.
Así, el "Somos lo que comemos " se traduce en un principio básico de esta filosofía y en un secreto para la salud al alcance de la mano cada día y en cada alimento que ingerimos.
Basada en la filosofía y el arte culinario oriental, su práctica tiene como objetivo mantener al ser humano en un estado de plenitud física y espiritual. A partir de la segunda década de este siglo, el profesor George Oshawa introduce la milenaria doctrina y sus principios de nutrición en occidente, comenzando por París (Francia). Hoy, cerca de diez millones de personas de esta parte del planeta adhieren a ella.
Si usted cree que la Macrobiótica (del griego: macros - grande // bios - vida) consiste sólo en un modo especial de elegir y preparar determinados y exóticos alimentos, está simplificando casi groseramente un estilo de vida cuya concepción se pierde en el origen de los tiempos. Según lo dicho por el maestro oriental Michio Kushi: "la alimentación de la vida grande es el modo de vida de acuerdo al punto de vista más amplio, el infinito orden del universo. La práctica de la Macrobiótica es la comprensión y la adaptación efectiva de ese orden a nuestro estilo de vida, incluyendo la selección, preparación y forma de comer nuestro alimento diario. Gracias a eso, puede el hombre llegar a conocer su vida eterna".
Kushi explica que la ingesta de la variedad de alimentos lleva al hombre a obtener una determinada calidad de sangre, transformación que cambia automáticamente la calidad de sus células y de todo su cuerpo, incluidos el cerebro y el sistema nervioso, y por ende modifica las funciones físicas y psicológicas, influyendo sobre las conductas y expresiones.
Así, el "Somos lo que comemos " se traduce en un principio básico de esta filosofía y en un secreto para la salud al alcance de la mano cada día y en cada alimento que ingerimos.
Basada en la filosofía y el arte culinario oriental, su práctica tiene como objetivo mantener al ser humano en un estado de plenitud física y espiritual. A partir de la segunda década de este siglo, el profesor George Oshawa introduce la milenaria doctrina y sus principios de nutrición en occidente, comenzando por París (Francia). Hoy, cerca de diez millones de personas de esta parte del planeta adhieren a ella.
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