Homeopatía
Para curarse homeopáticamente, muchos enfermos hacen el camino contrario: dejan de tener asma y pueden sufrir rinitis o urticarias que no pueden suprimirse porque forman parte de la curación. Estos síntomas, tratados homeopáticamente, van desapareciendo. A la vez, hay un avance interno donde la persona come y duerme mejor y se siente más vital. En todo este camino no se obliga al paciente a restringir su alimentación ni sus actividades. En las alergias rebeldes, los homeópatas cuentan con un arma más: la isopatía. Aunque sólo es necesaria en casos muy contados, puede administrarse un alérgeno identificado, chocolate, polen, por ejemplo, en dosis homeopáticas: se diluye la sustancia a una proporción tan mínima que ni se detecta químicamente. Este tratamiento es, bien utilizado, absolutamente eficaz.
Para curarse homeopáticamente, muchos enfermos hacen el camino contrario: dejan de tener asma y pueden sufrir rinitis o urticarias que no pueden suprimirse porque forman parte de la curación. Estos síntomas, tratados homeopáticamente, van desapareciendo. A la vez, hay un avance interno donde la persona come y duerme mejor y se siente más vital. En todo este camino no se obliga al paciente a restringir su alimentación ni sus actividades. En las alergias rebeldes, los homeópatas cuentan con un arma más: la isopatía. Aunque sólo es necesaria en casos muy contados, puede administrarse un alérgeno identificado, chocolate, polen, por ejemplo, en dosis homeopáticas: se diluye la sustancia a una proporción tan mínima que ni se detecta químicamente. Este tratamiento es, bien utilizado, absolutamente eficaz.
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