Un viejo refrán dice: "De todas las palabras tristes, habladas o escritas, las más tristes son éstas: habría podido ser". Es cierto que a lo largo de nuestra vida sufrimos muchas frustraciones por cosas que salieron mal, pero al menos siempre queda el consuelo de haberlo intentado.
Las cosas más dolorosas son las que dejan el sabor de qué habría pasado si... Por postergar nuestros sueños nos quedamos con la sensación de que ni siquiera nos arriesgamos, de que no hemos hecho nada por alcanzar nuestras aspiraciones.
Una vez que haya tomado la decisión de no seguir postergando sus sueños encontrará que comienza a cosechar pequeños éxitos aquí y allá. Entonces empiece a disfrutarlos y a sentirse orgulloso. Luego permita que sus éxitos lo motiven para seguir adelante, porque queda mucho por hacer.
¿Qué sendero tomará para el viaje de su vida?
Al recorrer el camino de nuestra vida debemos siempre detenernos y:
- Revisar nuestros valores.
- Conectarnos con los demás.
- Decidir la dirección de nuestros actos y programar cómo vamos a repartir nuestro tiempo. Esto es fundamental para no dejar nada de lado y aprovechar al máximo cada momento. Así podremos cumplir con nuestras obligaciones y dejarnos un espacio para hacer todo aquello que soñamos.
- Encontrar tiempo para la paz y el silencio. 1 Dejar espacio para el amor y los sentimientos.
La vida cotidiana hace que muchas personas estén tan ocupadas que no les queda iempo para programar sus actividades de nodo que nada quede en el tintero. Siempre cumplimos con nuestras obligaciones y dejamos los placeres para más tarde "Total, ya va a haber tiempo". ¿Y si después no hay tiempo? Hemos postergado un sueño que podía habernos hecho felices, olvidamos que satisfacer nuestras necesidades de plenitud y autorealización es tan importante como llegar a tiempo al banco o cumplir con las órdenes de nuestro jefe.
No hay comentarios:
Publicar un comentario