Ahora bien, ya sabemos como reconocer un buen Chi nutriente de la naturaleza, el paso siguiente es aprender a reconocer o a interpretar los elementos constructivos realizados por el hombre a fin de que esa energía Chi no se vea afectada al ingresar a nuestra vivienda. Formas de las calles. La forma y la dirección de las calles afectan a las viviendas.
Estas actúan como conductos de energía que canalizan y distribuyen esa energía. Tengamos en cuenta que las calles representan los cauces de los ríos que transportan el agua, y el agua, su dirección y sentido, representa el aporte de buena energía a la vivienda. Las calles deben contener a las viviendas, preferentemente la casa debe estar abrazada por la calle, como un recodo de un río. Muy especialmente debemos tener en cuenta que la calle nunca debe terminar frente a la puerta de núes tra vivienda, pues esta circunstancia crea un arremolinamiento de energía que se transforma en energía negativa.
Los edificios más altos deben servir de respaldo a nuestra vivienda, para ello deben hallarse por detrás de la puerta de entrada. A los laterales, debemos tener edificios de la misma altura o de altura inferior a nuestra casa para evitar la sensación de asfixia en nuestra vivienda.
De frente a nuestra puerta de entrada debe haber una construcción más baja que la nuestra para que permita la circulación de la energía. También debemos tener en cuenta que frente a la puerta de entrada no debe haber un espacio vacío entre dos edificios en torre, porque también arremolinaría la energía produciendo contrapresión a nuestra vivienda.
La excepción es que el edificio donde habitamos posea la misma altura de las torres de enfrente. Objetos que obstaculizan el ingreso del Chi a las viviendas. Los árboles, postes de luz, de televisión por cable, etc., cuando enfrentan directamente la puerta de entrada a la vivienda crean un obstáculo para el ingreso de la energía Chi en la casa.
Estas actúan como conductos de energía que canalizan y distribuyen esa energía. Tengamos en cuenta que las calles representan los cauces de los ríos que transportan el agua, y el agua, su dirección y sentido, representa el aporte de buena energía a la vivienda. Las calles deben contener a las viviendas, preferentemente la casa debe estar abrazada por la calle, como un recodo de un río. Muy especialmente debemos tener en cuenta que la calle nunca debe terminar frente a la puerta de núes tra vivienda, pues esta circunstancia crea un arremolinamiento de energía que se transforma en energía negativa.
Los edificios más altos deben servir de respaldo a nuestra vivienda, para ello deben hallarse por detrás de la puerta de entrada. A los laterales, debemos tener edificios de la misma altura o de altura inferior a nuestra casa para evitar la sensación de asfixia en nuestra vivienda.
De frente a nuestra puerta de entrada debe haber una construcción más baja que la nuestra para que permita la circulación de la energía. También debemos tener en cuenta que frente a la puerta de entrada no debe haber un espacio vacío entre dos edificios en torre, porque también arremolinaría la energía produciendo contrapresión a nuestra vivienda.
La excepción es que el edificio donde habitamos posea la misma altura de las torres de enfrente. Objetos que obstaculizan el ingreso del Chi a las viviendas. Los árboles, postes de luz, de televisión por cable, etc., cuando enfrentan directamente la puerta de entrada a la vivienda crean un obstáculo para el ingreso de la energía Chi en la casa.