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viernes, 4 de enero de 2013

El origen y los principios del Feng Shui


Para entender el Feng Shui es imprescindible comprender la cosmovisión de los chinos que lo crearon, su ambiente, religión y creencias. Esta cultura sostiene con firmeza sus convicciones sobre sus costumbres y ritos milenarios, porque ésta es su manera de relacionarse con el Cosmos. Desde ahora, y durante todas las entregas de este curso, deberemos tener en claro que para entender el Feng Shui y poder activarlo resulta básico este concepto: "Para lograr la armonía y el crecimiento, los actos humanos deben ejecutarse conforme a la naturaleza, y nunca ir en su contra, ya que eso implicaría su inevitable extinción".

De la misma manera, cada uno de nosotros debe mantenerse en armonía y en equilibrio con la naturaleza.

El concepto de equilibrio con la naturaleza se basa en nuestra relación con los cinco elementos: madera, fuego, tierra, metal y agua. Estos son los elementos (fuerzas o tendencias que se encuentran en interacción) que dan origen a todo lo existente en el Universo. "La madera genera el fuego de cuyas cenizas se crea tierra, que genera en sus yacimientos metales, estos, a su vez, a través de su condensación crean el agua que alimenta a la madera". Este equilibrio se debe mantener por respeto a la naturaleza y por la influencia que posee la relación de estos cinco elementos con la fecha y la hora de nacimiento de cada uno de nosotros.

Esto se conoce como Pa-Tzu o destino, y está implícito desde nuestro nacimiento, nos marca la pertenencia a uno de los cinco elementos, como también a ciertas orientaciones cardinales: Este, Oeste, Norte, Sur, etc.

Gracias a ese elemento y a esas direcciones podemos saber qué tipo de espacio nos resulta beneficioso y cual no: los colores adecuados para cada uno; la posición y la dirección de los muebles y objetos de su casa; las personas con las que se debe relacionar en función de obtener los mejores vínculos comerciales; etc.
Esto le posibilitará mejorar y corregir lo establecido en su Pa-Tzu (destino).



Nuestro poder sobre el ambiente

Esto nos hace reflexionar respecto que, aunque parezca que el hombre está en una posición pasiva en ese todo, no es absolutamente dependiente del mandato del Cosmos, ya que puede por sus propios medios ajustar las relaciones entre la naturaleza y la sociedad. Por otro lado, el Pa-Tzu también indica que cada ser es único, irrepetible y distinto al resto. Por lo tanto, lo que es beneficioso para una persona puede no serlo para otras y viceversa. Como consecuencia, cuando analizamos el Feng Shui de una casa no debemos decir que tal o cual posición trae fortuna, sino que a la persona le favorece una posición determinada para incentivar una capacidad deseada del ser humano, y así lograr sus objetivos. El verdadero sentido del Feng Shui es activar el cuerpo humano en relación con sus orientaciones (Norte, Sur, Este y Oeste), los cinco elemento (madera, fuego, tierra, metal y agua) y los principios del Yin-Yang.














jueves, 26 de julio de 2012

La mano del hombre y el Feng Shui


Ahora bien, ya sabemos como reconocer un buen Chi nutriente de la naturaleza, el paso siguiente es aprender a reconocer o a interpretar los elementos constructivos realizados por el hombre a fin de que esa energía Chi no se vea afectada al ingresar a nuestra vivienda. Formas de las calles. La forma y la dirección de las calles afectan a las viviendas.

Estas actúan como conductos de energía que canalizan y distribuyen esa energía. Tengamos en cuenta que las calles representan los cauces de los ríos que transportan el agua, y el agua, su dirección y sentido, representa el aporte de buena energía a la vivienda. Las calles deben contener a las viviendas, preferentemente la casa debe estar abrazada por la calle, como un recodo de un río. Muy especialmente debemos tener en cuenta que la calle nunca debe terminar frente a la puerta de núes tra vivienda, pues esta circunstancia crea un arremolinamiento de energía que se transforma en energía negativa.


Los edificios más altos deben servir de respaldo a nuestra vivienda, para ello deben hallarse por detrás de la puerta de entrada. A los laterales, debemos tener edificios de la misma altura o de altura inferior a nuestra casa para evitar la sensación de asfixia en nuestra vivienda.

De frente a nuestra puerta de entrada debe haber una construcción más baja que la nuestra para que permita la circulación de la energía. También debemos tener en cuenta que frente a la puerta de entrada no debe haber un espacio vacío entre dos edificios en torre, porque también arremolinaría la energía produciendo contrapresión a nuestra vivienda.

La excepción es que el edificio donde habitamos posea la misma altura de las torres de enfrente. Objetos que obstaculizan el ingreso del Chi a las viviendas. Los árboles, postes de luz, de televisión por cable, etc., cuando enfrentan directamente la puerta de entrada a la vivienda crean un obstáculo para el ingreso de la energía Chi en la casa.

jueves, 19 de julio de 2012

Equilibrio y armonía con Feng Shui

El análisis del Feng Shui en la actualidad se basa en lograr el equilibrio y la armonía espacial, teniendo en cuenta tanto las características particulares de las personas, su signo en el horóscopo chino, la fecha de nacimiento, etc.; como la creación o reacomodación del entorno de las mismas, por medio de distintas herramientas tales como:

La arquitectura: brinda la posibilidad de realizar el proyecto o la renovación de la relación de los ambientes entre sí y su orientación.

El estudio del suelo: se analizan las características del terreno donde se implanta la vivienda.

El paisajismo: estudia la distribución y las características de las especies vegetales que existen en el ambiente.

La decoración de los interiores: trata de la ubicación, forma y color de los muebles, los objetos, las paredes, etc., que hay en la casa. A esto también hay que sumar el análisis de la buena ventilación e iluminación y el equipamiento, etc. "De la misma manera que lo hacen con sus creencias, los chinos parten del Cosmos y terminan en el individuo; aplicando el Feng Shui a nuestras viviendas partimos de lo general y concluimos en lo particular."

Por eso en este curso nos ocuparemos de enseñar lo general a fin de conseguir una buena base de aprendizaje.



El entorno
Todos los seres humanos nos vemos afectados por lo que nos rodea: el entorno donde habitamos; la tipología de los edificios de ese entorno; las características naturales de ese entorno (árboles, plantas, flores, vegetación en general y sus características geográficas en particular); el diseño de las casas y los edificios (la distribución de los ambientes); la forma y dirección de las calles y avenidas; el color de las casas, los edificios, las habitaciones, la vestimenta; la incidencia de la luz natural y artificial en los ambientes; la disposición y el material de los muebles; las formas y los materiales de los objetos de la decoración; la ubicación de la puerta principal de entrada de nuestra vivienda; todo esto afecta nuestra salud física y mental, nuestro humor y nuestra personalidad.

Es muy importante el reconocimiento del entorno de nuestra vivienda, éste nos habla de la energía Chi nutriente, que nos aportará y que debemos atrapar, canalizar y hacer circular por todos los ambientes de la casa.

La observación de este entorno debe ser minuciosa y exhaustiva, tanto tratándose de viviendas urbanas como de viviendas suburbanas, dado que cada tipo de entorno nos ofrecerá distintas circunstancias propias y especiales que debemos tener muy en cuenta. Si se trata de una vivienda suburbana, la naturaleza circundante y sus características son las que nos hablan de la energía Chi nutriente del lugar.

Vemos esta energía Chi en el crecimiento de los árboles en forma sana, pareja y armoniosa; el desarrollo de las plantas verdes y fuertes; la presencia de pájaros y de animales sanos, etc,
Lo que debemos evitar porque marca la presencia de un mal Chi son los terrenos bajos y anegadizos: los charcos de agua estancada y los terrenos con canalizaciones perimetrales; las cercanías de fábricas y de corrales de animales; los terrenos de formas muy irregulares o con fal-tantes y salientes en su superficie, etc.

Como podemos observar, muchas de estas características del entorno están asociadas con el agua, una cuestión muy importante para el Feng Shui. La presencia del agua debe darse siempre como agua en movimiento, porque ésta permite la circulación de la riqueza, y no el agua estancada de los ejemplos mencionados.