No podemos clasificar a la ira como un sentimiento bueno o malo, es natural que a veces nos quedamos enojados debido a situaciones que no funcionan tan bien.
Sin embargo, es importante ser capaz de mantener esa misma ira bajo control, la búsqueda de formas más saludables de expresar, sobre todo si decide utilizarlo como una forma de hacer frente a situaciones de estrés y ansiedad excesivas.
Aunque en un principio conocer bien la ira expresa en el largo plazo tiene efectos negativos, tanto para ellos como para los que te rodean. Comportamientos demasiado prematuras, por regla general, por fin llevar a la gente al miedo o se enojan. Con el paso del tiempo y la repetición de la misma conducta, hay una tendencia para que las personas comienzan a alejarse, con el tiempo se sienten solas, aisladas y deprimidas.
La mejor estrategia pasa justo aprender algunas maneras saludables para manejar el enojo. Estos son algunos consejos.
Tiempo para pensar
Algunas situaciones cotidianas con el tiempo provocan nuestra ira, con mayor o menor intensidad. Sin embargo, tenemos que aprender a controlarla y una de las mejores estrategias es tomarse un tiempo para pensar antes de actuar. Lo ideal es poner temporalmente la causa de la ira. Cada vez que sientas la rabia crece dentro de detenerse, hacer un breve descanso y salir a tomar el aire o un pequeño paseo relajante. Esto le permitirá colgar un exaltado y pensar en la mejor manera de abordar el problema. Usted debe ser capaz de reconocer incluso la más mínima señal de la ira para que pueda actuar a tiempo y con la actitud más adecuada.
La respiración controlada
Conseguir el control de la respiración en situaciones de mayor tensión y la ira también es importante, ya que le ayudará a calmarse y relajarse. Inhala y exhala profundamente y con moderación. Trata de hacerlo por un tiempo hasta que se sienta menos enojado.
Mantenga la comunicación
Una simple conversación sobre el tema y que están sintiendo en ese momento, ante una situación dada, puede ser necesario para sentirse más ligero. Sin el uso de expresiones o acciones que puedan dañar u ofender a otras personas, se expone lo que no te gusta o que está causando la ira. La buena comunicación es siempre el punto de partida ideal para llegar a otros a entender mejor sus expectativas, miedos o temores. Mantenga la calma durante este proceso, es un hecho comprobado que la mayoría de las personas responden mejor a lo que se ofrece a ellos si la comunicación con tranquilidad.
La preocupación puede
Mantenga sus niveles de estrés y ansiedad, al menos, son un factor importante para el comportamiento de la escala más agresiva y enojada. Dormir bien cada noche y dedicar parte de su tiempo libre a actividades que ayudan a combatir el estrés, como el yoga, pilates y ejercicios. Cuide su salud y hacer una dieta equilibrada.
Con estos sencillos cambios en su rutina diaria obtendrá el control de la ira con más facilidad.
Sin embargo, es importante ser capaz de mantener esa misma ira bajo control, la búsqueda de formas más saludables de expresar, sobre todo si decide utilizarlo como una forma de hacer frente a situaciones de estrés y ansiedad excesivas.
Aunque en un principio conocer bien la ira expresa en el largo plazo tiene efectos negativos, tanto para ellos como para los que te rodean. Comportamientos demasiado prematuras, por regla general, por fin llevar a la gente al miedo o se enojan. Con el paso del tiempo y la repetición de la misma conducta, hay una tendencia para que las personas comienzan a alejarse, con el tiempo se sienten solas, aisladas y deprimidas.
La mejor estrategia pasa justo aprender algunas maneras saludables para manejar el enojo. Estos son algunos consejos.
Tiempo para pensar
Algunas situaciones cotidianas con el tiempo provocan nuestra ira, con mayor o menor intensidad. Sin embargo, tenemos que aprender a controlarla y una de las mejores estrategias es tomarse un tiempo para pensar antes de actuar. Lo ideal es poner temporalmente la causa de la ira. Cada vez que sientas la rabia crece dentro de detenerse, hacer un breve descanso y salir a tomar el aire o un pequeño paseo relajante. Esto le permitirá colgar un exaltado y pensar en la mejor manera de abordar el problema. Usted debe ser capaz de reconocer incluso la más mínima señal de la ira para que pueda actuar a tiempo y con la actitud más adecuada.
La respiración controlada
Conseguir el control de la respiración en situaciones de mayor tensión y la ira también es importante, ya que le ayudará a calmarse y relajarse. Inhala y exhala profundamente y con moderación. Trata de hacerlo por un tiempo hasta que se sienta menos enojado.
Mantenga la comunicación
Una simple conversación sobre el tema y que están sintiendo en ese momento, ante una situación dada, puede ser necesario para sentirse más ligero. Sin el uso de expresiones o acciones que puedan dañar u ofender a otras personas, se expone lo que no te gusta o que está causando la ira. La buena comunicación es siempre el punto de partida ideal para llegar a otros a entender mejor sus expectativas, miedos o temores. Mantenga la calma durante este proceso, es un hecho comprobado que la mayoría de las personas responden mejor a lo que se ofrece a ellos si la comunicación con tranquilidad.
La preocupación puede
Mantenga sus niveles de estrés y ansiedad, al menos, son un factor importante para el comportamiento de la escala más agresiva y enojada. Dormir bien cada noche y dedicar parte de su tiempo libre a actividades que ayudan a combatir el estrés, como el yoga, pilates y ejercicios. Cuide su salud y hacer una dieta equilibrada.
Con estos sencillos cambios en su rutina diaria obtendrá el control de la ira con más facilidad.
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