La higiene insuficiente, la alimentación desequilibrada o el temor a ir al dentista dan como resultado algunos inoportunos y molestísimos dolores de muelas, que pueden calmarse con algunas recetas naturales... hasta que tengamos turno para visitar al dentista.
La primera de estas recetitas consiste en hervir cinco o seis higos en medio litro de leche durante algunos minutos. Pasado este lapso deberá retirar del fuego la preparación, colarla y utilizar el líquido resultante como enjuague bucal.
Otra opción es sumergir un puñado de hojas y de flores secas de morera en medio litro de agua hirviente, dejar reposar hasta que la infusión se vea fuerte y, al igual que en el caso anterior, colar y usar como enjuague. Esta receta es especial para los casos de infecciones. Le reiteramos: estas recetas son sólo paliativos y no terminan definitivamente con el problema. Por eso, en cuanto sienta algún dolor, acuda a su dentista. Un diente que duele es un diente enfermo.
La primera de estas recetitas consiste en hervir cinco o seis higos en medio litro de leche durante algunos minutos. Pasado este lapso deberá retirar del fuego la preparación, colarla y utilizar el líquido resultante como enjuague bucal.
Otra opción es sumergir un puñado de hojas y de flores secas de morera en medio litro de agua hirviente, dejar reposar hasta que la infusión se vea fuerte y, al igual que en el caso anterior, colar y usar como enjuague. Esta receta es especial para los casos de infecciones. Le reiteramos: estas recetas son sólo paliativos y no terminan definitivamente con el problema. Por eso, en cuanto sienta algún dolor, acuda a su dentista. Un diente que duele es un diente enfermo.