El qigong es el uso de la respiración para desarrollar el qi , con propósitos especiales como sanar, curar, evitar o combatir el envejecimiento. Qi, significa el cielo, es el movimiento y es la respiración. Gong es fuerza, trabajo muscular. En China se aplica qigong desde muchos siglos atrás. Puede leerse en el Clásico de la Medicina del emperador Huangdi, que tiene 4.500 años de antigüedad que "muchas enfermedades se originan en los resfríos y las inflamaciones. Por ello, lo más conveniente es realizar ejercicios terapéuticos en lugar de tratarse con medicamentos" .
Los primeros ejercicios taoístas se denominaban daoyin y se practicaban para alcanzar el estado de inmortalidad. Los taoístas consideraban que la vida se alargaba desarrollando la capacidad de dirigir la respiración profunda, es decir, de dominar el cuso del qi. A lo largo de los siglos se siguieron practicando por otras escuelas: la confucionista, la budista, la wushu -artes marciales-, el zaija hasta llegar a la médica.
Fueron denominados de varias maneras: daoyin (conducción del flujo energético), tunate, yingzuo, zuochan, neigong, lianqi hasta popularizarse como qigong. El término qigong aparece por primera vez en 1936, en la Obra terapéutica específica para la tuberculosis durante la dinastía de los Yin. Allí consta el principio fundamental de este método:
Los primeros ejercicios taoístas se denominaban daoyin y se practicaban para alcanzar el estado de inmortalidad. Los taoístas consideraban que la vida se alargaba desarrollando la capacidad de dirigir la respiración profunda, es decir, de dominar el cuso del qi. A lo largo de los siglos se siguieron practicando por otras escuelas: la confucionista, la budista, la wushu -artes marciales-, el zaija hasta llegar a la médica.
Fueron denominados de varias maneras: daoyin (conducción del flujo energético), tunate, yingzuo, zuochan, neigong, lianqi hasta popularizarse como qigong. El término qigong aparece por primera vez en 1936, en la Obra terapéutica específica para la tuberculosis durante la dinastía de los Yin. Allí consta el principio fundamental de este método:
"Hay que respirar el aire puro y atender a regular la respiración, para preservar el espíritu y mantener los músculos relajados".