Para aliviar la tensión, los pacientes meditan entre diez y, veinte minutos, una o dos veces por día, especialmente antes, durante y después de someterse a los incómodos tratamientos. Muchos especialistas descreen del poder curativo de la meditación. Sostienen que, por ejemplo, para controlar la hipertensión, basta con reducir el peso, tener cuidado con las comidas, tomar menos alcohol e incrementar los ejercicios, y que la meditación nada tiene que ver. Pero lo cierto es que numerosos estudios demuestran que, en todo caso, la meditación no es perjudicial. Sí no está bien llevada la práctica, a lo sumo puede llegar a ser inútil.
No obstante, si es bien realizada, una sesión de meditación profunda puede ayudar a mejorar los cuadros de hipertensión arterial y de cualquier otro diagnóstico clínico, ya que esta práctica ayuda al cuerpo a descansar y alcanzar el equilibrio. "Afirmar que la meditación hace mal es como decir que dormir es perjudicial para la salud. Obviamente esto no es así.", sostiene la doctora Domar.
El hecho es que la meditación es usualmente utilizada no en reemplazo de la medicina convencional, sino en conjunción con elia. Nadie promete que la meditación concrete milagros, pero técnicas como la meditación focalizada ayudan a reducir ia ansiedad y a sobrellevar mejor ios cambios corporales generados por dietas y abstinencias de alcohol o tabaco.
No obstante, si es bien realizada, una sesión de meditación profunda puede ayudar a mejorar los cuadros de hipertensión arterial y de cualquier otro diagnóstico clínico, ya que esta práctica ayuda al cuerpo a descansar y alcanzar el equilibrio. "Afirmar que la meditación hace mal es como decir que dormir es perjudicial para la salud. Obviamente esto no es así.", sostiene la doctora Domar.
El hecho es que la meditación es usualmente utilizada no en reemplazo de la medicina convencional, sino en conjunción con elia. Nadie promete que la meditación concrete milagros, pero técnicas como la meditación focalizada ayudan a reducir ia ansiedad y a sobrellevar mejor ios cambios corporales generados por dietas y abstinencias de alcohol o tabaco.